Primera grata impresión: en lugar del tradicional espacio libre ante el escenario para que la muchedumbre se pusiera a dar botes, el espacio para el publico esta repleto de sillas perfectamente ordenadas. La organización tenía muy claro que tipo de música y que tipo de publico va a haber en este festival, lo cual es de agradecer. La presentación del concierto corrió a cargo de una voz en off y de John Bollenberg, quien apenas dijo tres palabras en castellano y prácticamente se dirigió a la audiencia en inglés. La verdad es que el belga hablaba un ingles muy claro y fluido, fácil de entender, así que no supuso un gran problema. Eso si, sabiendo que la mayoría de los asistentes eran españoles, un poco raro si que resultó la cosa, pero en fin... Bollenberg comenzó gastando un pequeña broma al público, que vino a ser mas o menos así:
"Buenas noches, tenemos que darles dos noticias, una buena y otra mala. La buena es que ha dejado de llover. La mala es que dos de las bandas que iban a tocar esta noche no han podido venir. Afortunadamente, dos prestigiosos grupos españoles han podido venir a suplirles. Estoy seguro de que los conocen. Son... ¡El canto del loco y La oreja de van Gogh!"
El público se echó a reir :)
Y tras la presentación, una banda compuesta por Roine Stolt, Janes Reingold, Nad Sylvian, Jaime Salazar, Lalle Larsson y Göran Edman salió al escenario dispuesta a deleitar a las cerca de 200-300 personas que en ese momento llenaban la sala.
El concierto se desarrolló en dos mitades, la primera dedicada a los Agents of Mercy y la segunda a Karmakanic. ¿Que podemos destacar? A Nad Sylvian, jugando a ser Peter Gabriel (y lo hacía bien), a Roine Stolt, demostrando porque es uno de los mejores guitarristas del progresivo actual, a Lalle Larson, quien protagonizo un breve instrumental de vértigo que arrancó los aplausos de un público entregado...
En un balance global, quizás la mitad de Karmakanic lució mas que los Agents of Mercy. Pero en definitiva, cerca de dos horas de buena música espléndidamente ejecutada por unos brillantes músicos.
Tras el concierto, y antes de la actuación de Colin Bass y Jan Schelhaas, Jonas, Roine, Nad y Göran se mezclaron con el publico firmando discos y sacando fotos, siempre con una sonrisa en la cara y con toda la amabilidad y buena voluntad posibles. Lo dicho, una grata experiencia.
Mañana seguiremos con la intensisima actuación de Colin Bass y Jan Schelhaas, y de como se empezó a enturbiar (pero no mucho, no se asusten) la cosa por culpa de unos impresentables sentados en primera fila a la derecha. ¡Que noche les dieron a Colin y Jan, y al pobre Steve Hackett!
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